Con la media izquierda baja, el diez argentino Lionel Messi exhibió el tatuaje que se hizo en homenaje a Thiago, su primer y único hijo, en el partido ante Bolivia.
El crack de Barcelona decidió inmortalizar la figura de su hijo en ese mágico gemelo izquierdo, desde donde se ejecutan las partituras más grandilocuentes del fútbol de hoy día.
Poco le importó tener que disputar un encuentro tres días más tarde, Messi quiso rendir culto a Thiago y así lo hizo. Las dos manos y su nombre quedaron selladas a fuego en su piel, así como desde hace algún tiempo lleva el retrato de su madre en la espalda.
Así, cuando el futbolista rosarino salió al terreno a realizar la entrada en calor tenías medias bajas y se dejó fotografiar para el mundo con su nuevo motivo de orgullo.
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